El proceso de recambio de piezas deciduas a piezas definitivas comienza aproximadamente el tercer mes de vida y finaliza entre el sexto y el septimo mes de vida del paciente canino o felino.
Podemos definir a la Persistencia de deciduos como a la falta de exfoliación dental de algunas piezas dentales de la primera dentición dentro del período de tiempo fisiológico del recambio dental. Los dientes que se afectan con mayor frecuencia son los caninos, seguidos de los incisivos y por último, los premolares.
Con mucha frecuencia podemos observar en el consultorio la presencia de piezas dentales deciduas persistentes. La gran mayoría de estos casos los vemos en razas pequeñas, pero también suele ocurrir en razas de mayor porte. El verdadero inconveniente es que no pueden coexistir dos piezas de igual jerarquía y diferente dentición por un tiempo indefinido. Esto lleva inevitablemente a desviaciones eruptivas de los dientes permanentes y muchas veces a problemas oclusales definitivos. Asimismo la persistencia de dientes de leche favorece la aparición de la enfermedad periodontal en forma prematura.
Actualmente no podemos definir el verdadero motivo que produce dicha persistencia. Como factores locales objetivos podemos citar los siguientes:
– Falta de reabsorción de las raíces: En algunos casos, la reabsorción de la raíz del diente temporal es incompleta, o simplemente no se reabsorbe dando origen a que la pieza permanente no erupcionada o erupcionada en mala posición.
– Migración de los gérmenes permanentes: La migración de un diente no erupcionado puede en ocasiones tomar una ubicación que esté a cierta distancia de su lugar de origen. – Agenesias: Cualquier pieza dental puede dejar de desarrollarse, pero el orden de frecuencia en que faltan los dientes puede variar según razas y líneas de crianza
Juan José Krauss