En las últimas décadas, el interés y los conocimientos en la oncología veterinaria han ido exponencialmente en aumento. En la actualidad, cada vez es más frecuente que se diagnostiquen y manejen casos oncológicos en las clínicas veterinarias, sin necesidad de que estos pacientes sean siempre remitidos a Centros Especializados en Oncología Veterinaria. Como consecuencia de ello, el uso de fármacos quimioterápicos se realiza de forma rutinaria en muchos centros veterinarios, y por ello, los veterinarios que practican oncología deben tener un amplio conocimiento de los efectos adversos y de las posibles toxicidades, complicaciones y urgencias asociadas al tratamiento con quimioterápicos.
Para aprender cómo y por qué pueden ocurrir los efectos secundarios, se debe saber cómo funcionan los agentes quimioterapéuticos. La quimioterapia tradicional funciona dañando o destruyendo células con una alta tasa de proliferación. Por ello, estos fármacos se dirigirán a las células tumorales, pero también puede dañar el tejido normal cuyas células se están dividiendo activamente. La mayoría de las células en el cuerpo están en un estado quiescente, pero las células normales más susceptibles son las del tracto gastrointestinal y la médula ósea, debido a su elevada tasa de recambio celular. Además, debemos conocer otras posibles complicaciones como alergias, toxicidades específicas de fármacos.
Mónica Clemente Lara