La hipertensión abdominal (HIA) es un fenómeno bien documentado en medicina humana, y fue introducido en 1963 por Marey, quien asociaba el incremento de la presión intraabdominal (PIA) con disfunción respiratoria (Aragón, 1999). Más adelante, en 1984, se demostró que la HIA tenía relación con la hemorragia postoperatoria en cirugías correctivas de aneurisma de aorta abdominal, presentando principalmente alteraciones renales como anuria u oliguria que revertían rápidamente con la descompresión quirúrgica de la cavidad abdominal (Kron et al., 1984). El aumento de la PIA, se ha descrito como una de las causas de falla multiórganica (FMO), expresada en alteraciones hemodinámicas, renales, ventilatorias, neurológicas, viscerales y endocrinas (Kron et al., 1984; Correia, 2010). Es por esto que la Sociedad Mundial del Síndrome compartimental abdominal (WSACS) publicó en el año 2006 una definición consensuada de la HIA y el síndrome compartimental (SCA), sugiriendo en sus últimas directrices la vigilancia de la PIA, en todas las unidades de cuidados intensivos, como un estándar de parámetro fisiológico a evaluar incluyéndolo dentro del examen clínico realizado a los pacientes (Malbrain et al., 2006; SWACS, 2013). En medicina veterinaria aún no existe un consenso sobre el tema, siendo el motivo principal por el cual se pretende recopilar información con el presente trabajo.
Gutiérrez Pérez, Damián; Alzáte Velázquez, David