El examen del aparato muscular es difícil en animales de cualquier edad, pero en especial lo es en los potros, debido al gran rango de aspectos “normales”. Es difícil determinar la presencia de un desorden muscular, ya que muchas otras alteraciones pueden tener signos clínicos similares, lo que ocasiona confusiones en el diagnóstico. La obtención de la historia es particularmente importante, en especial en aquellas condiciones con base genética conocida o sospechada. La información importante que se debe obtener incluye:
• Duración de la enfermedad. • Los signos ¿son continuos o intermitentes? • Los signos ¿son precipitados por algún evento? Si lo son ¿cuál es el factor incitante? • Ejercicio. • Dieta. • Vacunaciones. • Medicamentos actuales o previos. • Cantidad de animales afectados. • Antecedentes familiares de desórdenes musculares.
El examen físico debe incluir la observación del animal en reposo, caminando y trotando. Luego, se debe efectuar la palpación de la musculatura, tanto las partes afectadas como aquellas aparentemente normales. Las pruebas diagnósticas que pueden ser útiles son la estimación de la actividad sérica de la creatina cinasa (CK) y la aspartato aminotransferasa (AST), la biopsia muscular, la electromiografía y las pruebas genéticas para ciertos desórdenes.

Siobhan B. McAuliffe