Cuando se observan signos clínicos del tracto urogenital en neonatos, se debe hacer un minucioso examen físico. Sin embargo, en la mayoría de los casos, éste será sólo parte de un estudio diagnóstico más abarcativo, ya que muchos de los problemas que causan disfunción del tracto urogenital en potros son internos y no se pueden diagnosticar con el examen físico solo.
No siempre se debe referir al paciente a un establacimiento de internación para realizar los estudios necesarios en casos de oliguria, anuria, estranguria o azotemia, dado el uso cada vez más amplio de la ecografía diagnóstica y de los equipos de análisis portátiles. No obstante, ya sea que los estudios se hagan en el campo o en una clínica especializada, éstos deben formar parte de un plan diagnóstico exhaustivo que debería incluir:
• Consideración atenta de los antecedentes médicos y de nacimiento. • Evaluación clínica. • Hemograma completo (HC) y panel de bioquímica sérica, incluidos nitrógeno ureico sanguíneo (NUS), creatinina e IgG (si se trata de un neonato) • Urianálisis. • Ecografía de tórax y abdomen, con particular atención en el tracto urinario y los restos umbilicales. • Radiografía, si no se dispone de un ecógrafo. • Posiblemente, paracentesis.
Sea la condición congénita o adquirida, las pruebas recién enumeradas seguramente revelarán información útil para el diagnóstico definitivo. Como para la mayoría de las patologías de los potros en período perinatal, el desenlace exitoso depende mucho de la rapidez con se evalúe y se trate el problema.
Kimberley A. Sprayberry