Como todos sabemos, la reproducción en los seres vivos es una función de lujo, significa que, para que se lleve a cabo, las demás tienen que estar en correcto funcionamiento. Más allá de eso es indispensable que el aparato reproductor y el eje hipotálamo-hipófisis-ovario funcionen adecuadamente, con sus feedback positivo y feedback negativo correspondientes, con lo cual las hormonas serán secretadas en concentraciones adecuadas para que la reproducción sea exitosa. La falla luteal es una condición patológica muchas veces no diagnosticada a tiempo, donde la concentración hormonal no es la adecuada como para lograr una gestación a término. En esta patología, el cuerpo lúteo no secreta concentraciones adecuadas de progesterona, para poder mantener una gestación.
La falla luteal puede ser temprana o tardía, se habla de temprana cuando la concentración de progesterona no se eleva más de 10 ng/dl a los 30 días de gestación, lo cual es insuficiente para mantener la misma, y falla luteal tardía en donde el cuerpo lúteo secreta progesterona, pero en el último tercio de la gestación decae su concentración. Ambas fallas, tanto temprana o tardía, se traducen en la pérdida de la gestación, provocando la expulsión de los fetos.
Emilio Guido; Sandra Weber