No hay duda que estamos en la era de las hipersensibilidades y las alergias y estas seguirán creciendo cada vez más, entre ellas no podemos dejar de hablar de la Dermatitis Atópica Canina (DAC), pero viéndola desde un enfoque distinto, preocupándonos más por la salud gastrointestinal del paciente, puesto que la nutrición es un factor fundamental, muchas veces la pasamos por alto y no la tomamos en cuenta, sin darnos cuenta que es un factor muy importante en la resolución y manutención de nuestros pacientes con DAC, siempre que la nutrición y que alimentación le están dando a nuestro pacientes es un fundamento estructural en nuestro diagnóstico alérgico, porque no solo tiene Dermatitis Atópica, sino que también hay una Reacción Adversa a los Alimentos (RRA).
Sabemos que la Dermatitis Atópica Canina es una enfermedad cutánea inflamatoria, pruriginosa, crónica, sabemos también que es recurrente y que tiene unos signos clínicos muy característicos, es sin lugar a dudas la hipersensibilidad con más elevada prevalencia en nuestra práctica diaria (20%-25%), en mis consultas del día a día 1 de cada 3 pacientes que veo son pacientes con DAC. Su desarrollo está asociado en la mayoría de los casos a la producción de anticuerpos IgE-específicos, casi siempre dirigidos a alérgenos ambientales, como endotoxinas bacterianas, proteasas fúngicas, pero sobre todo el que más daño hace en nuestros pacientes con DAC son los dermatophagoides (ácaros del polvo y de almacenamiento), diversos estudios de pruebas serológicas y cutáneas los han identificado en mayor número de veces como el mayor responsable de las alergias ambientales de los pacientes con DAC, seguidos de los pólenes y levaduras.
Arjuna Icaza Escobedo