Imaginemos una explotación como un balance económico, donde el beneficio sea diferencia entre las entradas (gastos) y las salidas (ingresos) expresado en €/ kg de leche o €/ha. Las primeras representan la compra de alimentos, animales, energía (gasoil, electricidad), fertilizantes, semillas, plásticos, pesticidas, etc., y la venta de leche y de animales las segundas.
Partiendo del concepto anteriormente señalado, podemos plantearnos otra definición de beneficio no económico, y no por eso menos importante, definido como eficiencia de la explotación en todos sus aspectos (productivos, reproductivos, medioambientales, etc.) para producir un kilo de leche. Así por ejemplo, aspectos como los kilos de nitrógeno (N) por kilo de leche producido; los kilos de alimentos comprados (concentrados, forrajes, subproductos, etc.) o los producidos (forrajes) por kilo de leche; los kilos de CO2 kg-1 leche; etc., son importantes para establecer la eficiencia del sistema productivo. A su vez, dicha eficiencia está íntimamente relacionada con el manejo de la explotación, donde aspectos como la cantidad de concentrado suplementado a las vacas, calidad nutritiva de los alimentos comprados o producidos, agrupamiento de partos, vigilancia de celos, calidad de leche, aprovechamiento del forraje, tipo de ensilado, manejo del purín, entre otros, influirán decisivamente sobre la eficiencia.
La utilización de la información que diariamente genera una explotación lechera es importante para la gestión y tomar decisiones en el futuro. Los modelos de simulación son herramientas creadas para abordar aquel trabajo, tales como decisiones de manejo, nutricionales, productivas, medioambientales, etc., al mínimo coste. El objetivo del presente artículo se centra en presentar el modelo de simulación DairyCant desarrollado para ayudar a la toma de decisiones en las explotaciones lecheras de la España húmeda.
Gregorio Salcedo