Los roedores pertenecientes a la especie Cavia porcellus, popularmente conocidos como cobayos, cuises o cuyos, son animales popularmente mantenidos como animal de compañía. Fueron domesticados en América del Sur por los incas con fines de alimentación y luego introducidos varios años más tarde en Europa y América del Norte, donde actualmente se crían para uso en laboratorio (Quesenberry et al, 2021).
Su dieta es completamente herbívora (Bays et al, 2006). Es importante proveer de heno de buena calidad de manera ad libitum, pudiendo ofrecerse también pellets y vegetales de hoja mientras que las frutas sólo deben ofrecerse de forma ocasional (Queesenberry et al, 2021).
Debido a su alto metabolismo, los cuyos deben alimentarse casi que de forma continua (Bays et al, 2006).
Al momento de incorporar nuevos alimentos a la dieta de un cobayo se debe hacer de forma gradual ofreciendo pequeñas cantidades durante la primera semana, teniendo cuidado de añadir un alimento nuevo a la vez para evitar efectos adversos como la diarrea (Bays et al, 2006).
Al carecer de la enzima L-gluconolactona oxidasa, los cobayos requieren una fuente de vitamina C en la dieta a una dosis diaria de 10 a 25 mg/kg en animales en mantenimiento, mientras que en hembras preñadas o animales en crecimiento los requisitos diarios aumentan a 30 mg/kg (Queesenberry et al, 2021).
En caso de proveer un suplemento de vitamina C, éste debe administrarse de forma directa y no diluida en el agua de bebida ya que además de cambiar el sabor puede disminuir el consumo de agua (Queesenberry et al, 2021), sin mencionar que en el agua de bebida su actividad se va reduciendo considerablemente con el tiempo, perdiéndose un 50% de la misma en 24 horas (Oglesbee, 2011).
Carina Lucía Esteves Rodríguez