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¿Qué tienen en común los líderes excelentes? (2ª Parte) Herramienta de autoevaluación de mi rol como líder

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¿Qué tienen en común los líderes excelentes? (2ª Parte) Herramienta de autoevaluación de mi rol como líder

Continuamos detallando los cinco atributos restantes que constituyen los pilares fundamentales sobre los que se sustenta el compromiso que abrazamos cuando decidimos asumir el papel de líder.

 

Autoconocimiento/autocrítica

Subrayamos la importancia del “darse cuenta”, de la toma de conciencia: ¿Cómo soy como líder? ¿Cuáles son mis principales virtudes? ¿Cuáles son mis principales carencias?

 

Dedica todos los días al menos cinco minutos a tomar conciencia de tu desempeño como líder, a escuchar a tu entorno y a escucharte a ti mismo. Se trata de poner la atención precisamente en aquello que nos pasa desapercibido, víctima de la rutina, de lo cotidiano.

 

Pregúntate:

– ¿Tengo identificados los aspectos que necesito mejorar? ¿He asumido el reto de cambiar los hábitos que están perjudicando mi negocio?

– ¿Hablo con mis colaboradores de las cosas que hacemos bien para intentar hacerlas aún mejor? ¿Y de las que hacemos mal para corregirlas?

– ¿Me he preguntado por mi estilo de gestión y su impacto en los resultados del negocio?

 

Crecimiento y desarrollo

Tan sólo ayudando a nuestros colaboradores a hacer realidad sus sueños, sus aspiraciones, sus anhelos, estaremos contribuyendo a su realización y abonando su campo de trabajo para obtener lo mejor de ellos.

 

El psicólogo norteamericano Abraham Maslow, uno de los padres de la psicología humanista, nos explicó muy bien a través de su famosa pirámide cómo el ser humano, a medida que va satisfaciendo sus necesidades primarias, busca colmar otras parcelas más elevadas de su vida. La autorealización -o el encontrar un sentido a la existencia- es considerada como la aspiración máxima del ser humano, la mayor necesidad vital a satisfacer.

 

Pregúntate:

– ¿Estoy verdaderamente comprometido con el desarrollo integral y la mejora continua de todos los miembros de mi equipo?

– ¿He identificado áreas de formación para mejorar el desempeño de mis colaboradores? ¿Conozco las aspiraciones individuales de todos? ¿Sé lo que anhelan mis empleados?

– ¿Cómo puedo empujar y animar a mi gente para dar lo mejor de sí mismos?

 

Servicio

Probablemente se trata del más controvertido de los atributos del liderazgo.

¿Pero no soy yo el empresario, no he invertido y arriesgado mi dinero?

¿No soy yo quien les da trabajo?

¿Encima tengo que estar yo a su servicio?

 

Efectivamente, servicio entendido como poner todos los recursos y eliminar todos los obstáculos, para facilitar, que entre todos, logremos la satisfacción y la fidelidad de los clientes.

 

En el paradigma clásico de la gestión estilo piramidal en las empresas, cada elemento de la organización está mirando hacia arriba ¿A quién la gente trata de agradar? Al que está por encima. En las empresas con una clara vocación de servicio al cliente, la pirámide está invertida porque el cliente está arriba del todo. ¿Quién está más cerca del cliente? Los empleados de primera línea, que están prestando el servicio a éste y asegurándose de satisfacer sus necesidades. El papel del líder, que está abajo, es servir a todos los que tiene por encima.

 

El líder es alguien que identifica y satisface las legítimas necesidades de su gente y elimina todo obstáculo para que puedan servir al cliente. Para ser el primero, primero hay que servir. Estamos forjando nuestra autoridad cada vez que servimos a los demás y nos sacrificamos por ellos; el papel del líder es servir.

 

Pregúntate:

– ¿Estoy realmente eliminando todos los obstáculos para que el equipo pueda servir al cliente?

– ¿Qué hago para ser de utilidad a mis colaboradores? ¿Estoy realmente a su servicio?

– ¿Entiendo que para ser el primero tengo que ser el primero en servir?

 

Reconocimiento y evaluación del desempeño

Una de las vejaciones más habituales en que incurre el directivo, por ejemplo, el director de un centro veterinario, es la evaluación continua del desempeño. Es demasiado frecuente que un trabajador se encuentre con la carta de despido sin saber qué es lo que estaba haciendo mal.

 

Un veterinario, un auxiliar, un recepcionista, debe saber -todos los días- qué es lo que se espera de él y en qué medida está satisfaciendo las funciones y resultados para los que se le contrató.

 

Tan importante es corregir un desempeño deficiente, como elogiar cuando la tarea se lleva a cabo de manera eficiente. Reconocer, agradecer y felicitar por alcanzar los objetivos, es no sólo necesario, sino un potente motivador. Nuestro ego necesita ser alimentado y no sólo estimulado, sino que además se compromete a continuar haciéndolo bien y a la propia superación. Se puede celebrar un éxito de muchas maneras, sin que implique necesariamente un costo para la empresa: con una tarta, unas cervezas o una tarde libre. Además, el reconocimiento público de un desempeño excelente potencia su efectividad.

 

El reconocimiento está íntimamente ligado con la generosidad que se manifiesta. El reconocimiento mezquino tendrá unos efectos mezquinos, mientras que el reconocimiento generoso se traducirá en la misma magnitud de entrega.

 

Pregúntate:

– ¿Elogio sólo cuando el empleado da más de lo esperado o siempre que hace bien su trabajo?

– ¿Celebro los éxitos, por pequeños que sean, con mis colaboradores? ¿Celebro las cosas que hemos mejorado con mis colaboradores?

– ¿He sabido ser muy generoso con los colaboradores que se esfuerzan un milímetro más de lo necesario en hacer bien su trabajo?

 

Superación/reinvención

Los líderes de hoy están obligados a afrontar los imprevistos de una realidad sociopolítica, económica y tecnológica que se halla en continuo cambio. Nuestro mundo está atravesando un profundo proceso de transformación que exige de un nuevo tipo de liderazgo. La innovación, la imaginación, la creatividad son condiciones sine qua non para no perecer dejándose arrastrar por la corriente.

 

Todo ello exige flexibilidad para adaptarse y una gestión adecuada de las emociones que se generan en medio de este continuo proceso de cambio. Los líderes emocionalmente inteligentes saben gestionar sus emociones perturbadoras para poder mantener la atención y seguir pensando con claridad aun en medio de una situación crítica; no esperan a que la crisis imponga la necesidad de cambiar, sino que permanecen flexibles para adelantarse a los acontecimientos y adaptarse a las nuevas realidades.

 

La imaginación es la llave del futuro. Mediante la imaginación, el ser humano es capaz de inventar la realidad. Si estamos donde estamos es por el papel que ha jugado la imaginación para generar nuevas ideas y progresar. Esta capacidad de inventar el futuro, partiendo del presente, es de un potencial y alcance extraordinario.

 

La imaginación es algo que nos lleva al futuro, a ese lugar, donde las cosas que hoy no son, mañana pueden llegar a ser.

 

Pregúntate:

– ¿He pensado cómo puedo reinventar mi negocio para adaptarme al nuevo escenario?

– ¿Qué podemos hacer diferente? ¿Sería posible lo que parece imposible?

– ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Qué tenemos que cambiar para hacerlo?

 

Hazte las preguntas correspondientes a los nueve atributos y saca tus propias conclusiones. Os deseamos una exitosa puesta en práctica.

 

José-Hilario Martín

Profesor del Diploma Universitario en Gestión Veterinaria Aplicada KAIRÓS

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